Hoy es para mí un grandísimo honor presentar a la segunda invitada en nuestras entrevistas de tarot: Rozonda, conocida tarotista gracias a su blog "El Tarot, libro abierto", que goza de gran prestigio entre clientes y seguidores, sin duda por su labor de esfuerzo y dedicación durante varios años en proporcionar una visión cercana y clara de los distintos arcanos mayores y menores de la baraja.
El tarot llegó a mi vida de forma totalmente
casual. Cuando tenía 19 años o así, pasé por una pequeña
papelería de mi barrio que todavía existe, y que estaba saldando sus
existencias. En el escaparate, vi una baraja de tarot que solo
costaba 100 pesetas (solo mucho después me enteré de que era una baraja
de Heraclio Fournier, "El Gran Tarot Esotérico", y que me había salido
muy barata). Yo había oído hablar del Tarot, y era una chica curiosa,
así que decidí comprarla. Empecé a manejarla y a echar las cartas a
mis amigas, que en seguida empezaron a pedirme lecturas. Supongo que
eso me hizo sentir importante, pero había algo más: aquella simbología
me fascinaba.
Desde entonces, el tarot estuvo presente siempre en
mi vida- excepto durante unos años, en que lo deje a petición de mi
madre, que se asustó de una predicción demasiado acertada que le hice
a mi hermano-. Lo retomé con entusiasmo después de una gran crisis peronal y empecé a estudiar muy en serio, comprando libros,
y haciendo cursos a distancia y online, y trabajando con diversas
barajas. Descubrí la baraja Rider-Waite, que por su belleza y su
facilidad para leer, me fascinó.
A la vez que ocurría todo esto, yo estudiaba
Filología Inglesa, terminé la carrera, y tuve diversos trabajos como
traductora, intérprete y profesora de academia. En 2007, una amiga
tarotista me propuso montar un blog de tarot con ella: ella en
seguida abandonó el proyecto, pero yo lo seguí con tesón y a la vez
me decidí por primera vez a leer profesionalmente por email. Ambas
cosas empezaron a tener gran éxito, fui contratada por un gabinete
online y seguí a la vez leyendo por mi cuenta. Publiqué dos manuales de tarot y cuando el trabajo relacionado con los idiomas
empezó a faltar debido a la crisis, vi que podía ganarme la vida con
el tarot, y así lo hago en la actualidad.
Para mí, el Tarot expresa todo lo que el conocimiento
no puede abarcar. Me considero una persona con cierta cultura, no
tanta como yo quisiera, pero varias veces me he dado cuenta que la
cultura y el conocimiento no bastan para entender y manejar la vida,
aunque son imprescindibles para ella. A esas áreas de la vida- la
intuición, la percepción, la visión interior- es donde apunta el
tarot con sus imágenes arquetípicas.
Una carta con la que me identifico... Una vez me
dijeron que mi carta era la Estrella, porque mis lecturas animaban a
la gente y les daban esperanza. Eso es lo que yo busco hacer, animar
, orientar y apoyar sin dorar la píldora, así que me quedo con esa
carta.